Si
alguna vez os encontráis como yo con un ejemplar de esta avispa grandota, que
no cunda el pánico. Haced como yo, asombraros por la belleza de este insecto y
pedidle que pose como una modelo. Luego ya, inquietaros al pensar que, si se
parece a una avispa (y todos hemos huido de un panal de avispas por si nos
atacan)…¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿cómo será un panal de este bicho?????!!!!!!! ¡Huye mientras
puedas! -me dije-.
Pero tranquilos, resulta que esta especie llamada Megascolia maculata no es gregaria y, por tanto, no forman panales
(Uuffff…menos mal…jajajaja). Pertenece al Orden Hymenoptera (himenópteros:
avispas, abejas y hormigas). Su tamaño oscila entre 4-5 cm y son los más
grandes de Europa. Es inofensiva a menos que sea molestada (¿quién no se enoja
cuando le vacilan? Obviamente). El macho puede morder ya que cuenta con un
aparato bucal de tipo masticador-lamedor con mandíbulas poderosas. La hembra
además, y a diferencia del macho, posee aguijón. No obstante, dicen que su
picadura no es mucho más grave que la de una avispa común. Machos y hembras
presentan más diferencias (lo que se conoce como dimorfismo sexual). La hembra
es más grande, tiene la cabeza amarilla y cuatro manchas amarillas en el dorso
del abdomen. El macho tiene la cabeza negra y las antenas más largas. La
peculiaridad de esta especie radica en que la hembra deposita los huevos en las
larvas de coleópteros (escarabajos), mayoritariamente en las del escarabajo
rinoceronte (Oryctes nasicornis) y
cuando emergen, se alimentan de estas. De ahí se gana el nombre común de avispa
parásita de cuatro puntos. También la llaman avispón o avispa mamut (los
ingleses, “mammoth wasp”).
Tienen cuatro alas membranosas pero el ejemplar hembra que me encontré debió sufrir algún percance, pues le falta el ala superior derecha. |
Bastante tiempo después volví a
encontrarme con otro ejemplar. Aunque en esta ocasión me llevé un buen susto.
En pleno verano mientras una amiga y yo nos dirigíamos en coche a darnos un
chapuzón en la piscina de la casa de campo, oímos un clonc y un frus. –ostras,
algún bicho se ha estampado contra el coche- pensé. Y cuando miro a mis pies,
detrás de los pedales…allí estaba. Mi amiga ni se percató, comentaba: ¿qué
habrá sido eso? Y yo, en vez de alertarla, me dije para mis adentros –no
grites, calma, busca donde poder parar el coche y entonces ya os ponéis
histéricas las dos-. Tal cual, paré, le dije: baja del cocheeee y luego mira lo
que es…y ves a buscar un paloooooooo (para ayudar a sacarla de allí).
En el siguiente video podréis ver un
ejemplar atípico moviendo sus alitas y sus patitas. Además de una buena
explicación sobre las características de la especie (cortesía de Saber Animal).
Para
acabar me gustaría comentaros otra cosilla. Si os encontráis con una de estas,
no la confundáis con la avispa asiática (Vespa
velutina). Tras el susto inicial, es muy fácil distinguirlas. Esta no os
causará daño así que, no la matéis, por favor, que cada vez quedan menos. La
avispa asiática sí que os puede atacar si andáis cerca de su panal. Ésta se ha
convertido en una especie invasora que ha llegado ya a ciertas regiones de
España y que causa daño a las abejas polinizadoras.
Fuente: UIB |
La
Universitat de les Illes Balears (UIB), en colaboración con una empresa
tecnológica, ha desarrollado una aplicación para móviles que permite enviar
fotos de avistamientos (Vespapp). La información será procesada por expertos y
determinarán si se trata de la avispa asiática o no. De esta manera se pretende
la colaboración de la ciudadanía en el control de este insecto (más info. en:artículo digital de El Mundo).
Espero que os haya resultado útil el post ;)
¡Hasta el próximo!
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